En plena sociedad del siglo XXI los empleos soñados son una especie de utopía, sin embargo, para las nuevas generaciones de profesionales, este ideal es una búsqueda constante y no se resignan a seguir en un escritorio tras largas jornadas, mientras la vida se pasa de largo.
Para Marsh, el problema del balance vida-trabajo es de carácter cultural, “la realidad de la sociedad en la que estamos es que hay miles y miles de personas por ahí dando gritos ahogados de desesperación en sus vidas trabajando duras e interminables horas en empleos que odian para poder comprar cosas que no necesitan e impresionar a personas que no quieren.”
Es equivocado pensar que el balance está en los horarios flexibles o las vestimentas informales. Estas son prácticas que una empresa implementa para tener un buen clima laboral dentro de la corporación y no implica que incentive a las personas a tener una vida sana. En este artículo te enseñaremos como hacerlo.
Los cambios en tu rutina no necesariamente deben ser
dramáticos. Son los pequeños detalles los que marcarán tu modo de vivir y tu
salud como individuo.
Llegar al balance entre la vida diaria y trabajo es un
proceso difícil de alcanzar y hay que entender que tomará tiempo y sacrificios.
Al fin de la jornada esto se trata de vivir la vida que uno mismo quiere vivir.